Pagar por usar el coche, por unas horas o unos días, en lugar de tener un vehículo propio. Esto es lo que se plantean muchas personas atraídas por las diversas formas de alquiler de un vehículo, que os analizamos en el siguiente video.
Tener coche propio es a lo que aspiramos la mayoría, es lo tradicional, lo que siempre hemos vivido en casa, una especie de norma no escrita. Pero los tiempos cambian. Ser propietario de un vehículo tiene un buen listado de costes añadidos: impuestos, seguro, mantenimiento, combustible, plaza de garaje en el mejor de los casos, hay amortizar el coste del coche (pensa que a medida que lo vamos usando pierde valor) y cuando se hace viejo, hay que pasar ITVs, lidiar con las restricciones para circular con él en zonas de bajas emisiones y en algunas comunidades incluso pagar un impuesto de contaminación, que afecta sobre todo a los coches más antiguos. Por lo tanto, tener un coche en propiedad se convierte cada día más en un auténtico lujo. Sobre todo cuando, en la mayoría de ocasiones el vehículo está parado el 96% del tiempo.
La pandemia del coronavirus también ha cambiado la forma de desplazarnos por las grandes ciudades. Ha bajado el uso del transporte público y aunque se mantiene la tendencia hacia el uso del coche privado, y este sigue predominando, muchas personas se plantean tener coche, pero sin necesidad de comprarlo.
En definitiva: El concepto clásico del coche en propiedad ha ido un poco a menos, a favor del pago por uso. Es decir, pagar por utilizar el coche durante una temporada o solo en momentos puntuales. Cuando realmente lo necesitamos. Es entender el coche como un servicio en lugar de un objeto en propiedad.
Muchas personas quieren conducir un coche, pero no necesariamente quieren comprarlo. Y para ellos se ofrecen diversas formas de pago por uso, que os explicamos a continuación.
Renting a particulares o alquiler por suscripción
El renting a particulares es sin duda la alternativa a tener un coche en propiedad que más éxito ha tenido en los últimos años. El renting es un contrato de alquiler, generalmente a largo plazo, entre 1 y 5 años, en el que se incluye todo el mantenimiento necesario para el uso del vehículo. Es decir, desde los costes de matriculación del coche, hasta los del seguro, las revisiones y reparaciones e incluso el trámite de la ITV, si hace falta.
En el renting se pacta una cuota fija, en en función del precio del coche, el plazo de duración del contrato y los servicios que se van a prestar. Esta cuota no suele variar, excepto si se hacen varios partes de accidente. Por norma general no se pide entrada. Pagando la primera cuota ya puedes disfrutar del coche.
En el renting se fija un número de kilómetros máximos que puedes hacer al año (que suelen ser 10.000 o 20.000, por norma general). Si se supera el número de kilómetros contratados, hay que pagar un extra. Si no se llega, se abona una diferencia.
Si hacéis números de lo que os cuesta la plaza de aparcamiento, el seguro, las revisiones y todos los gastos añadidos al vehículo en propiedad, quizás os interese esta fórmula de alquiler. En estos momentos hay más de 740.000 vehículos circulando por nuestras ciudades y carreteras que se han alquilado mediante renting. El crecimiento en los últimos años ha sido espectacular.
Además del crecimiento de las plataformas de renting, también han crecido las plataformas de alquiler por suscripción, que permiten un alquiler por un periodo de plazo más corto, que puede ser a partir de tres meses. Para que os hagáis una idea, es un sistema parecido al del alquiler de un servicio de streaming tipo Netflix. Escoges el periodo que quieres, y abandonas cuando ya no te interesa.
Un ejemplo muy claro lo tenemos en Bipi, que permite reservar un coche en menos de dos minutos a través de la web o la app, y pagar una cuota mensual con todo incluido, con una permanencia que elige el cliente libremente. Incluso se ofrece suscripción sobre coches usados, que hace que la cuota sea incluso más barata.
En este enlace podéis encontrar la oferta de coches en renting y suscripción disponible actualmente en Coches.net.
Por otro. lado, si queréis más información sobre el renting para particulares, la podéis encontrar a través de este enlace, donde os comparo el renting con otra forma de alquiler del vehículo, el leasing, y hago números sobre qué puede interesar más, si renting, leasing o comprar el coche mediante financiación.
Alquiler tradicional
Si utilizáis el coche en momentos puntuales, una vez a la semana, o unas pocas veces al mes, quizás la opción de alquilarlo por unos días, o horas, puede ser la mejor. Los precios del alquiler suelen ser competitivos, y pueden hacer que ahorreis costes en comparacion con tener el coche en propiedad.
Eso sí, hay que tener una o varias empresas de alquiler cerca de casa, ya que hay que preveer un desplazamiento a la sede de la empresa que nos alquila el coche, y eso supone una pérdida de tiempo.
Digamos que alquilar un coche no es tan práctico, pero puede ser rentable en el caso de que useis el vehículo muy de vez en cuando. Las empresas de alquiler de vehículos trabajan para agilizar los trámites de alquiler, con sistemas como el Key & Go de Goldcar que permite recoger directamente la llave del coche sin pasar por el mostrador en algunos aeropuertos, por ejemplo.
Además de Goldcar, otras conocidas empresas de alquiler son Avis, Sixt, Europcar, pepecar, o Hertz, entre otras.
Car Sharing
El Car Sharing o coche compartido es una opción interesante que hace referencia al alquiler del vehículo por un corto periodo de tiempo, Tan corto que pueden ser desde dos minutos a dos semanas o lo que haga falta para hacer, por ejemplo, una gestión en la ciudad o ir al trabajo cada día. El Car Sharing ha crecido en grandes ciudades como Madrid, donde dan servicio varias empresas, muchas ligadas a marcas de automóviles.
Tenemos ShareNow (antes Car2Go) de Daimler y BMW; Zity, participada por Renault y con una flota de Zoe eléctricos; Wible, con participación de Kia, que tiene Kias Niro híbridos, Free2 Move (antes conocida como EMov y ligada al grupo PSA) con Citroën C-Zero y más recientemente Peugeot e-208; o WhishiLife con una flota de Zoe y e-golf. Otros ejemplos son Guppy, en Asturias y Cantabria, Minits en Badajoz, o UbeeQo (antes Bluemove), una de las pocas que hay en Barcelona junto con la recientemente lanzada MEC, unida a Nissan, que ofrece una flota de Nissan Leaf. En Barcelona, a diferencia de Madrid, los coches hay que recogerlos y dejarlos en unos aparcamientos específicos, ya que no hay opcion de recoger ni dejar el coche aparcado en la calle. La administración y las empresas no han llegado a ponerse de acuerdo.
El Car Sharing ha crecido paralelamente al crecimiento del uso del Smartphone. Y es que para utilizar este servicio es necesario bajarse una aplicación, para después registrar el permiso de conducir y un método de pago. A través del móvil tambien se abre y cierra el coche y se paga el servicio una vez dejamos el vehículo aparcado.
El Car Sharing ofrece la ventaja de que la flota de coches está disponible las 24 horas del día.
Tampoco hay que rellenar formularios ni hacer cola frente a un mostrador, como suele ocurrir en el caso de las empresas de alquiler tradicional, aunque hay que puntualizar que estas cada vez agilizan más este trámite.
El coche se recoge en la misma calle, una vez lo hemos localizado, aparcado cerca de nuestra posición. O en un aparcamiento, como es el caso de Barcelona.
Generalmente su uso está muchas veces restringido a zonas muy concretas de una ciudad, aunque algunas compañías permiten salir fuera de esas areas pagando una tarifa especial. Algunas empresas ofrecen abonos mensuales que reducen el coste de la tarifa.
El Carsharing crece constantemente desde su implantación, sobre todo en ciudades como Madrid. Pero cuidado: las compañías que operan en carsharing son la mayoría deficitarias, todavía. Y además ahora, con la pandemia, la gestión de las flotas es todavía se ha vuelto más complicada (hay que higienizar los coches). Pero aún así, la tendencia de esta forma de pago por uso es creciente.
Alquiler a particulares
Otra forma de pago por uso del coche es alquilarlo a un particular, a través de una empresa intermediaria. Podemos hacerlo a través de la web o bien a través de una aplicación en el teléfono. Se trata de buscar una unidad que nos encaje por tamaño y precio y ya está.
Ejemplos de esto los encontramos en empresas como SocialCar o Getaround anteriormente Drivy o Amovens. Ponen en contacto a propietarios y usuarios. En la tarifa a pagar se incluye un límite de kilómetros a hacer, un seguro y asistencia en carretera.
El alquiler a particulares es una forma de sacar partido a aquellos coches, la mayoría, que quedan parados en las plazas de aparcamiento el 96% del tiempo, que es el porcentaje habitual que están sin uso. Es otra forma de economía colaborativa.
Alquiler de una plaza o Carpooling
Dentro de lo que entendemos como movilidad compartida, también existe la posibilidad de alquilar una plaza dentro de un vehículo junto con otras personas que van al mismo destino que el nuestro. El propietario del vehículo es el que plantea esta forma de alquiler, para amortizar los costes del viaje. Y lo hace a través de empresas especializadas, como la pionera, que lleva más de una década, BlaBlaCar. Para utilizar este servicio, hay que suscribirse a la plataforma, de forma totalmente gratuita, anunciar las plazas disponibles en el coche, el destino y estar dispuesto a contactar con los usuarios.
Un viaje Barcelona-madrid suele salir por unos 40 euros.
Además de Blablacar también hay otras plataformas, como Amovens, por ejemplo, también ofrece alquiler a particulares.
Todo esto está evolucionando, y a veces estos nuevos servicios se entremezclan. Hoy en día encontramos empresas de alquiler tradicionales, como Sixt, que ofrecen también alquiler de vehículos mediante una cuota mensual y con todo incluido. Es decir, ofrecen básicamente un renting a particular. Otras que ofrecen renting sobre vehículos usados, como Bipi. O empresas como Link & Co, que también ofrecen renting a particular o venta de vehículos para carsharing, todo en la misma plataforma.
En definitiva, ¿Estas nuevas formas de pago por uso son una buena alternativa al coche propio? Como siempre, depende. Depende del uso que le des a diario al coche. Si es muy intenso, tener el coche en propiedad compensa. Si es esporádico, es cuestión de hacer números y ver si las tarifas de estos servicios de uso temporal compensan o no disponer de un coche propio en la plaza de garaje.
Esto es igual como a los que han engañado diciéndoles que alquilen vivienda en lugar de, si les es posible, comprarla. Yo estuve unos años de alquiler, no vuelvo y con el coche espero no coger un renting en la vida, aunque es a lo que nos están intentando empujar. Otra cosa es el alquiler puntual o el car sharing, dependiendo de las circunstancias de cada uno estas opciones si que pueden ser interesantes para aquellos que puntualmente necesiten un vehículo pero no el resto del tiempo