El seguro obligatorio es la modalidad más básica y la que exige la ley para cualquier vehículo dado de alta se utilice o no. Este seguro cubre la responsabilidad civil obligatoria, o lo que es lo mismo, los daños materiales y/o personales que el conductor o propietario del coche cause a terceras partes cuando se produce un siniestro. El seguro obligatorio no cubre los daños propios en el vehículo cuando su conductor sea responsable del siniestro pero sí cubre los daños causados al resto de ocupantes de dicho vehículo.
Las compañías de seguro siempre fijan unas cantidades límites por encima de las cuales no se hacen cargo de los gastos provocados por daños a las personas, en los bienes, asistencia médica, farmacéutica y hospitalaria, gastos de entierro y funeral. Por este motivo, conviene comparar las cantidades que ofrecen las aseguradoras.
Multa por circular sin seguro
La sanción para el propietario de un vehículo sin seguro obligatorio oscilará entre 601 a 3.001 euros, dependiendo de si el coche estaba circulando o parado o de la gravedad del siniestro entre otras cosas.
Si se diera el caso que ninguna compañía quiera asegurar tu coche, el Consorcio de Compensación de Seguros se encargará de hacerlo. También será esta entidad pública quien hará frente a los gastos ocasionados en un siniestro por un vehículo robado, eso sí, siempre que el ladrón se declare insolvente, sino tendrá que hacerse cargo él de los gastos.
Para contratar un seguro obligatorio lo más recomendable es que utilices los comparadores online ya que te ayudarán a encontrar la póliza más adecuada. Fíjate bien en la letra pequeña, en las cantidades económicas máximas que aplican en caso de accidente, en los casos que no se hacen cargo (conductor ebrio, bajo el efecto de las drogas, circular sin ITV, uso del coche en competición, etc). A veces lo barato sale caro. Valora el contratar alguna cobertura extra, como pueden ser las lunas, el seguro de conductor, el robo o incluso una póliza a todo riesgo. También existen en el mercado pólizas con GPS.
